En esta sección vuelve el Maestro H.P Lovecraft. Dos poemas escritos de su puño y letra acompañados por un tema musical para lograr un ambiente acorde a la temática del poema. A disfrutarlos.
Azatoth
El demonio me arrastró por el vacío sin sentido.
Más allá de los brillantes enjambres del espacio dimensional,
Hasta que no se extendió ante mí ni tiempo ni materia
Sino sólo el Caos, sin forma ni lugar.
Allí el inmenso Señor de Todo murmuraba en la oscuridad
Cosas que había soñado pero que no podía entender,
Mientras a su lado murciélagos informes se agitaban y revoloteaban
En vórtices idiotas atravesados por haces de luz.
Bailaban locamente al tenue compás gimiente
De una flauta cascada que sostenía una zarpa monstruosa,
De donde brotaban las ondas sin objeto que al mezclarse al azar
Dictan a cada frágil cosmos su ley eterna.
-Yo soy Su mensajero-, dijo el demonio,
Mientras golpeaba con desprecio la cabeza de su Amo.
Los Jardines de Yin
Más allá de ese muro, cuyo tapial antiguo
casi tocaba el cielo con sus torres de musgo,
recordaba jardines suspendidos, con flores,
donde volaban pájaros, mariposas y abejas.
Recordaba senderos, con puentes que colgaban
sobre estanques de loto que reflejaban frisos
de templos. Y cerezos con hojas delicadas
contra un cielo rosado y en lo alto, las garzas.
Estaría allí todo, ¿pues no mis viejos sueños
abrieron esa red de linternas de piedra
donde vagan, confusos, arroyos somnolientos
que persiguen la sombra de las parras colgadas?
Me apresuré hacia el muro, gigantesco y sombrío,
y entonces descubrí que no hay ninguna puerta.
0 comentarios:
Publicar un comentario